RAE: limpia, fija y da esplendor.

La Academia de la Publicidad han querido hacerle un homenaje a la RAE por sus 300 años mediante un anuncio. Antes de comentarlo, aquí está el resultado de la creatividad de dichos publicistas.



Este anuncio ha sito muy criticado por su vertiente sexista, ya que la protagonista es una mujer que realiza un uso del lenguaje inadecuado y necesita el diccionario de la RAE para corregirlo y hablar correctamente, al igual que una ama de casa necesita el detergente para lavar la ropa sucia que hay en el hogar.



No obstante, a pesar de que sí creo que el anuncio tiene un claro componente sexista, me gustaría comentar otros aspectos relacionados desde el punto de vista lingüístico, pues en definitiva, el anuncio trata de rendir homenaje a una de las instituciones más importantes en el mundo de las letras hispánicas.



Desde un punto de vista lingüístico, el anuncio parece defender que la madre tiene un lenguaje impuro y sucio que necesita ser limpiado, depurado y eliminado utilizando el diccionario de la RAE. ¿Es el lenguaje que utilizamos en casa, con nuestra familia impuro? Eso es algo discriminatorio hacia la variantes diastráticas, pues ¿cómo hablan las madres en sus casas a sus hijos, como en la primera vez que aparece o como la segunda cuando utiliza un lenguaje pura (algunos términos incluso recuerdan al pensamiento del nacionalsocialismo alemán que quería conseguir una raza pura, en este caso, una "lengua pura").



Cabe recordar que la RAE realiza una gramática descriptiva y no prescriptiva o normativa. Esto es que la RAE no impone la manera correcta de hablar la lengua sino que recoge la manera de expresarse de los hablantes y la plasma en unos libros.



En conclusión, somos los hablantes los que decidimos nuestra forma de hablar y ninguna manera de expresarse es impura, sucia o incorrecta pues eso sería discriminatorio, puede ser adecuada o inadecuada, pero no incorrecta. Dado que la RAE está formada por un equipo de lingüístas, resulta curioso que ninguno de ellos haya manifestado su opinión respecto a la discriminación lingüística que se observa en el anuncio que les rinde un homenaje. 


Comentarios

  1. Acertadísima entrada, Patri.

    Lamentablemente, no creo que el desconocimiento en relación a las funciones de la RAE provenga tan sólo de la Academia de la Publicidad, sino que éste es compartido por gran parte de la sociedad. ¿Quién conoce realmente las funciones y propósitos de dicha institución?

    El lenguaje, a pesar de la radical importancia que juega en nuestro día a día, no es lo suficientemente valorado como para que seamos conscientes de lo que implica su uso y la responsabilidad que se deriva de éste.

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