Lou Lou's Vintage Fair en Oxford

Este sábado en el ayuntamiento de Oxford tuvo lugar la Lou Lou's Vintage Fair. Un evento en el que se mezclaban diversos comercios de la ciudad cuyo mínimo común denominador era el estilo vintage. Al traspasar la puerta del señorial ayuntamiento, el ambiente, el aroma, los objetos y la música que bailaban en el lugar te hacían retroceder en el tiempo. "Return to sender" de Elvis Presley y otros éxitos que me recordaban a las bandas sonoras de películas como Dirty Dancing y Grease se esparcían por cada rincón de la sala más retro del ayuntamiento para amenizar las compras. Una mujer con la vestimenta característica del estilo de la feria era la encargada de interpretar las melodías. Pero... ¿qué es el estilo vintage?

Teniendo en cuenta la etimología de la palabra "vintage", se podría afirmar que lo vintage es aquello relacionado con la época ("age") de los años veinte ("vint"). Otro significado relacionado es el proveniente de la palabra de origen francés "vendage". Esta palabra se origina en el término latino "vindemina". Vocablo que puede ser traducido al español como "vendimia". Toda este razonamiento tiene sentido si se tiene en cuenta el concepto de que los vinos mejoran con el tiempo, como la ropa y los accesorios de la época de nuestras madres y abuelas. Sin embargo, aunque la RAE no recoja su significado, la palabra "vintage" hoy en día se utiliza para designar objetos antiguos, no solo de los años veinte, que en la actualidad se consideran de gran valor en el mundo de la moda por su estilo y exclusividad. 

Dejando la parte filológica un poco de lado, centrémonos de nuevo en el evento del sábado pasado en Oxford. El precio para entrar a la feria era de dos libras y las puertas iban a estar abiertas desde las doce del medio día hasta las cinco de la tarde. Un horario quizá escaso debido a la desmesurada asistencia de los oxonienses y demás residentes de la ciudad. Un conjunto heterogéneo de mujeres y hombres de todas las edades y nacionalidades.

Los stands eran muy variados, no solo había ropa, también se podía encontrar todo tipo de complementos como colgantes, cintas de pelo, bolsos, gafas de sol, anillos, pendientes, bufandas, sombreros, guantes o pañuelos. Cabe mencionar que los organizadores de la feria pensaron en todo y también había probadores: una sala un poco apartada de la estancia central con un espejo estrecho. Eso era mejor que nada, y también tenía su toque minimalista y retro. Muchas de las prendas de ropa eran de segunda mano y otras diseñadas para las tiendas. La mayoría decentes en calidad y desbordantes en estilo y exclusividad. La seguridad no era necesaria pues en Inglaterra la gente confía en los demás. Le pregunté a una mujer encargada de un stand de ropa si tenía que dejarle alguna señal para probarme dos faldas. Me contestó que no era necesario, "I trust people" declaró con una sonrisa de buena persona. 

Otros objetos también puestos a la venta eran unas preciosas máquinas de escribir de la marca Olivetti, cámaras cuyas fotos se revelan en una sala oscura utilizando los negativos, equipaje y libretas con diseños atrevidos y libros de cuentos y de partituras con olor vetusto. Uno de los stands más populares era el que se dedicaba a pincelar el estilo vintage en las personas que así lo deseaban. Peinaban, maquillaban y vestían a sus clientes de forma que parecían que el coche de Regreso al Futuro les había recogido del baile de graduación y les había traído al ayuntamiento de Oxford. 

Cuando creía que ya había dado suficientes vueltas y me había convencido de que, con el cambio de las libras a euros, ninguno de los conjuntos me salía rentable, descubrí que había otra sala con más puestos y... ¡con comida! La comida también era vintage o por lo menos la cubiertos, las tazas y los platos. Éstos estaban salpicados de diseños de flores y enredaderas. Había una modesta cafetería en la que servían todo tipo de tartas (había por lo menos 10 variedades) acompañadas de cafés o tés. 

Si te quedaste con las ganas de asistir a este evento en Oxford o no encontraste ninguna prenda de ropa u objeto que fuera lo bastante vintage para tu formar parte de tu vestidor, hay una segunda edición el 7 de marzo en el mismo sitio. A lo mejor hasta venden coches próxima edición...