The more languages you speak, the more world citizen you are (Spanish)
Relatan los antiguos mitos religiosos que el origen de la diversidad de las lenguas proviene de un castigo divino impuesto a la raza humana por construir la Torre de Babel. Antes de este “castigo”, se dice que las personas de la época hablaban sólo una lengua en todo el mundo y que al querer construir una torre tan alta que llegara hasta el cielo, Dios los castigó con hablar lenguas diferentes para que no pudieran entenderse. En la actualidad, todavía hay ciudadanos que piensan que comunicarnos mediante una única lengua “universal”, como, por ejemplo, mediante el latín o el esperanto, sería lo más fácil y lo más beneficioso para los seres humanos. Sin embargo, hay numerosas razones por las que podemos afirmar que el multilingüismo es la mejor opción para entendernos a nivel mundial y para ayudar a definir el concepto de ciudadano del mundo. ¿Cuáles son estas razones? En el presente ensayo explicaré y reflexionaré sobre cómo ser multilingüe ayuda al entendimiento y a la ciudadanía mundial con ejemplos ilustrativos de mi entorno académico, cultural y nacional.
En primer lugar, con el término “multilingüismo” podemos hacer referencia tanto a una persona que sabe varias lenguas como a un lugar en el que se hablan diferentes idiomas. El “multilingüismo”, en ambos sentidos, es una característica esencial del mundo. Por el contrario, el “monolingüismo” consiste en hablar solo una lengua para comunicarse.
Centrándonos
en las razones, uno de los motivos por los que el multilingüismo beneficia el
entendimiento mundial es que cuantas más
lenguas sabes, más realidades eres capaz de conocer. Las lenguas, ya sea a
través de una novela, de una película o de una obra de teatro, abren puertas a
otras formas de ver el mundo, es decir, a otras culturas. A mí, por ejemplo, me
apasiona leer, y si puedo, leo libros en la lengua en la que fueron escritos.
Cuando leí Pride and Prejudice de
Jane Austen en inglés, pude conocer, no solo la época en la que la historia se
desarrollaba sino también la forma de pensar del momento, de ver la realidad y
de expresarse a través de los diálogos de los personajes en los que la lengua
inglesa era de vital importancia. Al mismo tiempo, al leer esa historia y ser
capaz de producir un discurso como los de los personajes, sentí que podía
formar parte de esa época. Lo otro, lo que antes consideraba como algo ajeno a
mí, tras conocer la lengua, podía llegar a considerarlo como algo cercano, e incluso
propio, pues me identifico con ello.
Algo parecido
me ocurrió cuando leí unos poemas pertenecientes a Les fleurs du mal de Charles Baudelaire en francés con la traducción al español al lado: la manera de
organizar las ideas en el texto, la estructura sintáctica y la pronunciación destilaban
el espíritu cultural de esa época, frente a la traducción al español, que me
parecía más cercana a mi propia cultura y en la que apreciaba matices distintos
respecto al poema original. Además de la literatura, leer el periódico o ver
películas en versión original también aporta mucha más riqueza cultural y
lingüística que leyendo una traducción o viendo películas dobladas.
De esta manera, las personas multilingües, al
conocer otras realidades, son más tolerantes y entienden mejor la manera de
pensar de los hablantes de esas lenguas. Por lo tanto, se mejoran las habilidades interpersonales
y de comunicación con el resto del mundo. Cuando se aprende un idioma se lee y
se habla sobre temas muy diversos en los que, a medida que el nivel aumenta, la
complicación de los temas también se incrementa. En consecuencia, aprender bien
una lengua también hace que, los estudiantes, sobre todo si son jóvenes,
maduren. En mi caso, recuerdo que con 15 años nunca me había interesado por el
medio ambiente hasta que un día en una clase de inglés de mi academia leímos un
texto muy simple sobre el global warming
y entonces me di cuenta de lo importancia de la contaminación en la actualidad
y del poco environmental awareness de la población.
Otro
factor destacable es que está comprobado científicamente que las
personas que hablan más de una lengua tienen el cerebro más desarrollado,
poseen más memoria, la mente más abierta, son más creativos y piensan más
rápido, con más agilidad que los que son monolingües. Personalmente, cuando empecé a estudiar alemán en la universidad pude comprobar
que era un tipo de lengua muy organizada y rígida en cuanto a la estructura. Esta
peculiaridad me llamó la atención, pues el español, mi lengua materna, tiene un
orden sintáctico menos fijo y más flexible. Así pues, el tipo de estructura
sintáctica me ayudó a comprender por qué, en general, los alemanes son personas
muy organizadas y disciplinadas, al igual que su lengua. Sin embargo, me gustaría
matizar que estas deducciones no deben hacer que caigamos en el determinismo o los
estereotipos ya que uno de los aspectos más enriquecedores de hablar lenguas diferentes
es la oportunidad de profundizar en las vidas de otras personas, pues mediante la
convivencia o viajando a su país se puede observar la enorme diversidad de maneras
de pensar y de ver la realidad. Pronto me di cuenta que saber inglés, por su
similitud, haber estudiado latín, por los casos y sus utilizaciones; y conocer
un poco de francés, por el vocabulario, me ayudaba mucho en el aprendizaje del
alemán. Así pues, el tener conocimientos sobre otras lenguas hace más fácil el
aprendizaje de otras nuevas porque ayuda a sintetizar los conceptos y a distinguirlos unos de
otros. De la misma manera que se pueden apreciar rasgos similares o distintivos
entre diferentes lenguas, las personas que conocen muchos idiomas, les es más
fácil apreciar los rasgos culturales latentes en las lenguas: para un español
no es lo mismo ser que estar pero para un inglés sí (verbo to be).
Otra
de las razones por las que el multilingüismo contribuye a la ciudadanía mundial
está relacionada con el concepto de identidad.
La gran pregunta y la búsqueda principal en el viaje interior del ser humano:
¿Quién soy? En mi humilde opinión, creo que conocer distintos idiomas ayuda al
individuo a encontrar su propia identidad como ciudadano del mundo. En mi caso,
conocer otras lenguas, escribir y hablar utilizando su código, no ha hecho que
pierda mi identidad inicial, la que me proporcionó la lengua de mis padres,
sino que me ha dado la oportunidad de poder conocer otras identidades y desarrollar
mi identidad creando una identidad híbrida totalmente nueva. No por hablar valenciano siento que he traicionado la
lengua castellana heredera de mis progenitores del interior de España; por
hablar inglés pierdo mi identidad española, o por hablar chino, si supiera,
sería menos europea, pues más que española o europea, me considero una ciudadana
del mundo. Cuanto antes se aprendan idiomas distintos, antes se crearán valores
de tolerancia, de identificación o de distinción, siempre desde el respeto.
Todo esto ayudará a la creación de la identidad del individuo y al
entendimiento y formación de una consciencia ciudadana.
Uno
de los lugares más importantes en los que podemos encontrar multilingüismo y su
contribución de manera explícita al entendimiento y la ciudadanía mundiales es
uno de los centro del conocimiento y, por tanto, de educación más importante del
mundo: la universidad. La educación es muy importante para
promover el multilingüismo, no solo en las universidades, sino también en las
escuelas y los institutos, así como en las academias de idiomas.
En la
Universidad de Alicante, donde realizo mis estudios, las mismas materias se
pueden dar en varias lenguas y en las clases se observa el cambio de una lengua
a otra cuando los alumnos realizan debates o interactúan con el profesor. De
esta manera, la lengua no es un impedimento para obtener el conocimiento sino
que lo enriquece y lo aumenta y tanto los alumnos como los profesores se
vuelven más tolerantes con otras lenguas, las aprenden y tienen la oportunidad
de ponerlas en práctica incluso con hablantes nativos. Por ejemplo, este curso
he tenido la oportunidad de hacer un tándem lingüístico con una chica de Viena
y ha sido una experiencia muy enriquecedora, tanto a nivel personal como
lingüístico. Gracias a esta actividad organizada por una profesora de la
Universidad he podido experimentar de primera mano la lengua alemana, conocer
su forma de vida, de pensar y compartir la mía. Además, tuve la suerte de que
Ava María, mi compañera del tándem, había nacido y vivido mucho tiempo en
Serbia y compartió conmigo la lengua y la cultura de sus padres. Gracias a
actividades como estas y otras como el Erasmus u otras becas, se promueve el
multilingüismo en el ámbito educativo y se consigue que no solo salgamos
físicamente de nuestro país, sino que nuestra mente también se haga más amplia
y vasta tanto en conocimientos de las lenguas como de sus culturas.
Está
claro que las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante en el
desarrollo del multilingüismo en la actualidad, pues si no hubiera programas
como Oovoo o Skype me hubiera sido imposible hablar con Ava María. Así pues, teniendo
en cuenta las nuevas tecnologías, concretamente Internet, otros espacios en los
que observamos los beneficios del multilingüismo son las redes sociales, concretamente, Facebook y Twitter. En
ellas, los jóvenes y los no tan jóvenes comparten inquietudes, opiniones,
logros, eventos o chistes, y muchos lo hacen en lenguas distintas. Hay personas
que publican el mismo texto en diferentes idiomas, como los deportistas,
políticos, escritores, actores para que esa información llegue a más ciudadanos
y otros varían la lengua utilizada según la persona a la que se dirijan, el
lugar en el que se encuentran o la lengua que les parezca más adecuada para
expresarse en un momento determinado. Tanto los primeros como los últimos
fomentan el multilingüismo y ayudan a crear ese concepto de ciudadanía mundial
y facilitan el entendimiento.
En
conclusión, podemos afirmar que conocer y hablar diferentes lenguas tiene
numerosos beneficios, tanto a nivel personal como cognitivo; la construcción de
la identidad propia es algo que se desarrolla y evoluciona al conocer otros
idiomas; la Universidad es un lugar en el que se intercambia información de
manera continua en idiomas muy distintos y en el que, al igual que en los
colegios e institutos, la educación tiene un papel clave para concienciar a los
alumnos de la importancia de ser multilingüe en relación con el entendimiento y
la ciudadanía mundiales, las nuevas
tecnologías son un soporte destacado en el procedimiento de aprendizaje de las
lenguas y en el desarrollo del multilingüismo, como se aprecia en las redes
sociales. Así pues, mediante la educación y con ayuda de la nuevas tecnologías podemos
construir entre todos una sociedad mundial y multilingüe con los ladrillos de
la Torre de Babel. Como afirma L. Wittgenstein en el Tractatus Logico-Philosophicus: “Los límites de mi lenguaje
configuran los límites de mi mundo”.
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